El domingo tuve comida familiar en Chiva y como me dijeron que hiciera algo de postre pues probé con una tarta de bizcocho esponjoso, rellena con una suave capa de praliné de avellanas y almendras, nata, y frosting de turrón. Fué un descubrimiento comprobar como la fina capa de chocolate plástico se fundia al comerlo y quedaba deliciosamente suave al paladar.
No es una tarta esteticamente bien hecha , pero la hice en media hora con un bizcocho que ya tenia preparado:
Aquí teneís el corte:
A mi cuñado Raul, a pesar de que siempre pregunta si es de nocilla le gustó, y con lo teclas que es.........!
SEGUIREMOS EXPERIEMENTANDO CON EL CHOCOLATE PLÁSTICO!