¿Conocéis el famoso Club Penguin?, pues a Miguel, mi sobrino le encanta.
Es un juego donde cada niño que participa es un pingüino, crea su iglú, hace amigos, y entre ellos juegan y se comunican. Es la moda ahora, mi hijo está obsesionado al igual que sus amigos con este juego, y a mi sinceramente, me es muy simpático.
Hay veces que el teléfono no para en mi casa porque están todos los amigos conectados, y aprenden a valorar muchas cosas, creo que con moderación, es un buen juego.
Bueno pues Miguel es un pingüino rojo, el muñeco dorado que está a su lado es su Puffle, un muñeco que ha conseguido por superar muchas pruebas, y el pingüino amarillo es el de su primo Mario con su Puffle dorado que tanto le ha costado conseguir.
Están los dos asustados porque ha llegado a su isla, Rockhopper, este malvado pingüino pirata:
Y este otro personaje es el malvado Krusty, ayudante del oso Hervert, lo que significa que este no andará muy lejos................, peligro!!
En pleno polo norte no podía faltar un iglú!!
A Miguel no le gusta el chocolate negro, así que el iglú era de bizcocho de vainilla con ganache de chocolate blanco;
Y el resto de la tarta de bizcocho de vainilla y ganache de chocolate con leche;
Los iceberg, y los árboles están hecho con Rkt, (cereales), y fondant.
El agua es piping gel con sabor a cereza.
La nieve es merengue granulado.
Todo comestible!!
Una situación divertida en plena nevada no creeís?
Lo mejor es ver sus caras!!
Menudos pingüinos que son, pero ellos!!
Felicidades tesoro!